Sacaleches: 9 recomendaciones antes de comprar

Como asesora voluntaria de lactancia materna en el grupo de apoyo Criar con Apego recibo un montón de consultas en relación a los extractores de leche, o sacaleches como se les conoce más familiarmente. Lo que más nos comentan las madres es que les hace daño o que no consiguen sacar apenas leche.

Desde el grupo intentamos despejar estas dudas lo mejor que podemos, pero en ocasiones la única solución es dejar de utilizar el aparato en cuestión, con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero, y lo que es peor, a veces las madres acaban por desistir de sacarse leche.

Así que, como la información es poder, aquí va mi listado de cosas a tener en cuenta antes de comprar un extractor de leche materna:

1. Aprende a sacarte leche con la mano

Todas las madres deberían saber extraerse leche. Independientemente de qué necesidad futura vayan a tener. En el caso de una ingurgitación (pechos inflamados y duros) por ejemplo, está desaconsejado utilizar el sacaleches porque suele empeorar la inflamación. La ingurgitación suele ser muy habitual en los primeros días tras el parto, cuando se produce la subida de la leche, aunque puede suceder en cualquier otro momento de la lactancia si los pechos no se están vaciando correctamente. Si le coges bien el punto a la extracción manual, te sacará de muchos apuros y hasta puedes ahorrarte la compra del sacaleches. Hay madres que trabajando se extraen manualmente todos los días las tomas que su bebé necesitará al día siguiente. Podéis encontrar varios vídeos ilustrativos sobre la técnica de la extracción manual en Youtube.

2. Empieza a buscar cuando aún estés embarazada

Con tiempo y tranquilidad. No hace falta que te lo compres hasta que te vaya a hacer falta, que con un poco de suerte será «nunca», pero es mejor estar preparada para lo que pueda pasar. Un gran número de sacaleches son adquiridos en un momento de urgencia, cuando una madre desesperada manda a su pareja a la farmacia más cercana porque siente que sus pechos van a explotar y el bebé no se engancha ni a la de tres (la ingurgitación que comentaba en el punto 1).

3. No te guíes por las revistas de puericultura

Puede parecer extraño, pero los mejores extractores no suelen promocionarse en estos medios. Las marcas que normalmente nos suenan a todos, que son las que a su vez comercializan diversos productos relacionados con la infancia, no suelen disponer de los conocimientos o tecnología (o interés) para fabricar sacaleches que se adapten a las necesidades reales de las madres.

4. No te fíes de cualquiera que te atienda en una farmacia

Ni aunque sea farmacéutico/a. En la mayoría de los casos suelen recomendar los mismos aparatos que en las revistas de puericultura. Busca a un profesional que tenga información correcta sobre lactancia materna. Te ayudará en la elección del sacaleches y en muchas otras cosas más.

5. No sigas los consejos de tu vecina

Quien dice vecina, dice compañera del trabajo o cajera del supermercado. Por muy buena intención que tengan, la compra de un extractor es algo muy personal y debe adaptarse a ti lo máximo posible. Tanto en la parte física (imagínate que usaras los mismos zapatos que tu vecina) como en las circunstancias de tu vida (qué uso le vas a dar).

6. Elige una marca que disponga de diferentes tallas de embudo

El embudo es la parte del extractor en la que introduces el pecho. Según el tamaño de tus pezones, la parte estrecha del embudo deberá tener un menor o mayor diámetro para que el sacaleches cumpla correctamente con su función. Dar con la talla correcta maximiza tus posibilidades de conseguir los mejores volúmenes de leche extraída. Y no es raro que una madre necesite una talla distinta para cada pecho.

7. Decide en base a tus necesidades y no solo a tu presupuesto

Existen 3 tipos de extractores personales: el manual o de palanca (simple), el eléctrico simple, y el eléctrico doble (lo usas en los dos pechos a la vez). La última madre que me consultó por un extractor eléctrico horrible que estaba usando (le hacía muchísimo daño) me dijo que el farmacéutico le había insistido en que era mucho mejor un sacaleches eléctrico barato que uno manual caro: MENTIRA. Por desgracia, los extractores en general resultan caros, y los buenos pueden resultar aún más caros. Pero no hace falta siempre irse a por el eléctrico a toda costa. Si vas a usar el sacaleches de forma esporádica y no cuentas con mucho presupuesto, un buen sacaleches manual te servirá perfectamente. El eléctrico viene bien cuando vas a extraerte bastante a menudo. Y ya si lo necesitas para compaginar lactancia y trabajo, el más recomendable es el doble eléctrico. Evidentemente es más caro que uno simple, por lo que hay que valorar detenidamente el uso que se le va a dar y si compensa. Cuando no tienes más que unos minutillos un par de veces al día para sacarte leche, y planeas usarlo varios meses, casi siempre merece la pena uno doble.

8. Si tu lactancia está en riesgo mejor alquila una bomba y deja la compra para más adelante

Las bombas extractoras de uso hospitalario son unos extractores diseñados para su uso en situaciones especiales donde es vital la obtención de importantes volúmenes de leche. Por ejemplo los primeros meses de una lactancia de gemelos, bebés prematuros, bebés con anquiloglosia severa (frenillo sublingual muy restrictivo), etc. Estos aparatos no están a la venta para su uso personal, dado el coste de los mismos, pero sí están disponibles para alquilar en algunas farmacias y tiendas de puericultura. Si un profesional de la salud o una asesora de lactancia te ha recomendado que suplementes con leche materna extraída a tu bebé, un sacaleches personal no suele ser la mejor opción, al menos al principio. Es preferible invertir en el alquiler de una bomba por el tiempo que tu bebé lo necesite y, pasado el momento más duro, quizás ya optar por un sacaleches personal.

9. Visita un grupo de apoyo a la lactancia materna (GALM)

Aunque lo pongo al final, si empiezas por aquí, las voluntarias del grupo te ayudarán con el resto de puntos que he comentado. En ocasiones, el GALM dispone de algunos sacaleches para enseñártelos e incluso, a veces, también existe la posibilidad de probarlos. Además, las voluntarias del GALM te servirán de apoyo durante toda tu lactancia. Si vives en España, puedes consultar todos los grupos de apoyo a la lactancia materna en la web de la IHAN.

Espero que este listado de recomendaciones os resulte útil. Seguramente me he dejado fuera alguna cosa importante, así que espero vuestras sugerencias. Y si tenéis dudas sobre alguno de los puntos os invito también a plantearlas en los comentarios del post.

 

IMAGEN: Sacaleches vía Wikimedia Commons

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